PARA EL MINISTRO DE ECONOMÍA, LOS PENSIONISTAS
"SOLO MERECEN MIGAJAS"
El ministro de Economía, Carlos Oliva, sostiene que
no se podrá subir la pensión mínima a los 930 soles que es el salario mínimo
porque eso costaría 2,060 millones de soles. Le parece mucho, pero no dice nada
de los 10 mil millones de soles, cinco veces más, de impuestos que se
“devuelven” a la minería cada año, o de un monto similar a esos 2 mil millones
si se rebajaran las regalías petroleras como pretende el proyecto de ley de
hidrocarburos PPK- Keiko. Claro, para ellos se ha creado ahora una “Mesa Ejecutiva
minero-energética” con la que tendrán acceso especial para hacer lobby en el
MEF y mantener sus privilegios tributarios.
Por cierto, no solo los jubilados deben tener una
pensión mínima; también amerita una ampliación de cobertura y un reajuste lo
que se otorga en el programa Pensión 65 que está congelado en apenas 125 soles
mensuales desde hace 7 años, a pesar de que en este tiempo el costo de vida ya
ha subido más de 20 por ciento. Muchos países de Latinoamérica han avanzado más
en este terreno y el establecer una buena base de pensiones universales no
contributivas es recomendación de organismos internacionales como el Banco
Mundial o la OIT desde hace más de una década, y es algo en lo que países con
menor economía como Bolivia han logrado a partir de recuperar la soberanía y la
renta de los recursos naturales.
Al mismo tiempo que el ministro de Economía y
Finanzas se muestra con el puño cerrado frente a los pensionistas y adultos
mayores, sin embargo, es otro el cambio legal que se mueve. El lobby de las
AFPs está actuando intensamente para que se revierta la ley que nos permite a
los afiliados desempleados optar por la jubilación anticipada desde los 55
años, opción que por ley vence a fin de año.
Hay quienes dicen que estos cambios desdicen del
objetivo de los sistemas de jubilación de otorgar sustento económico a los
adultos mayores. Pero su argumento es totalmente hipócrita, porque los mismos
que defienden a capa y espada que las AFPs puedan tener mayor control de
nuestro dinero por más tiempo con este argumento, no les mueve una ceja que
haya pensiones de 400 soles en la ONP, que este sistema nacional tenga
pensiones máximas que no llegan a los 900 soles y que Pensión 65 pague míseros
125 soles: ¿con qué cara pueden hablar estos economistas de la derecha que
defienden un sistema de pensiones dignas?
Desde que se instauró el sistema de AFPs mediante
Decreto Ley dado por la dictadura de Fujimori y su ministro ratero Carlos
Boloña, los trabajadores peruanos estamos atrapados por un sistema que nos
cobra unas comisiones altísimas: ¡nos cobran cerca de mil millones de soles
anuales! Además, en vez de invertir nuestro dinero en el desarrollo nacional
tiene 72 mil millones de soles nuestros en el exterior en fondos mutuos
internacionales a los que les pagan más comisiones. No es por gusto que los
trabajadores no les tenemos ningún cariño a las AFPs y que, si nos dan la
opción, saquemos nuestro dinero al toque.
El sistema de pensiones amerita una
reforma, pero de ninguna manera esa pasa por darle más poder a las AFPs. Por el
contrario, se necesita una base de pensiones universales más amplias, un
sistema nacional redistributivo de complemento bien gestionado y que sistemas
de ahorro (como las AFPs) sean estrictamente regulados, realmente competitivos
y otorgando liquidez a los afiliados.
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