El escándalo de
las consultorías
Domingo 7 de Abril del 2019
Luis García Miró Elguera: Expreso
Lo que ocurre es que este país
funciona en la más estrepitosa de las desorganizaciones. Como consecuencia
campea la improvisación. Y esta, a su vez, es la llave que le abre las puertas
a la informalidad, condición que da a luz la corrupción que, como resultado,
genera la pobreza cuyo derivado es este retardo que nos agobia como sociedad
atribulada.
El
núcleo de todo este círculo vicioso es que nuestro Estado no funciona porque,
sencillamente, carece de estructura, regulación. Y sobre todo,
institucionalidad. Operamos como entes tribales a base de impulsos derivados de
los vaivenes que produce el caos de subsistir en la imprevisión.
Uno
de los karmas de esta improvisación, informalidad y corrupción que nos
caracteriza es que el Estado –encima de albergar a un ejército de millón y
medio de burócratas que deberían darse abasto para atender las necesidades de
la ciudadanía– contrata consultorías de terceros dizque para “cumplir con las
exigencias de la población”. Por lo pronto, un gobierno sin rumbo ni visión pretende
gastar mil seiscientos cincuenta millones de soles este año remunerando a
asesores y consultores que, con seguridad, en su gran mayoría no aportarán un
ápice de soluciones al universo de problemas que arrastra nuestra nación. Con
certeza, además, este presupuesto que podría servir para equipar más de un
hospital público –que hoy son un insulto a la pobreza y una afrenta a la
dignidad– será dilapidado para enriquecer a tantos ganapanes que rodean al
Poder Ejecutivo. Fundamentalmente la progresía marxista, que vive de estos
saqueos al pueblo.
Al
respecto el legislador Víctor Andrés García Belaunde ha propuesto que el
Congreso forme una comisión investigadora para que el régimen Vizcarra explique
el gasto por mil seiscientos cincuenta millones de soles en la contratación de
consultorías, lo que dicho sea de paso implica un aumento de 60 % en este
concepto de gasto presupuestal contrastado con el año anterior. Sin embargo, el
legislador oficialista Alberto de Belaunde se opone a esta fundamental indagación.
Es evidente que el parlamentario De Belaunde se resiste a que el Poder
Legislativo husmee este despilfarro del Poder Ejecutivo, simplemente porque
ella forma parte del clan progre marxista –o caviar– que mantiene secuestrado
al presidente Vizcarra. Sin embargo, guardamos esperanzas en que el legislador
García Belaunde haga gala de su sagacidad y consiga pronto conformar la
comisión investigadora que ha planteado.
Reiteramos, tenemos un
Estado improvisado y desorganizado que promueve la informalidad y ésta, a su
vez, genera una corrupción que ha puesto de cabeza al país. Sólo por el affaire Lava Jato se han identificado
sobrecostos superiores a US$ 38,000 millones, como fruto de aquella madre de
todos nuestros males llamada improvisación. Ahora, amparada en la imprevisión
que caracteriza a la gestión Vizcarra, la burocracia pretende despilfarrar mil
seiscientos cincuenta millones de soles de nuestro escuálido Fisco para
satisfacer los bolsillos de una corporación de bribones que insisten en seguir
mamando de la ubre estatal, a expensas de los contribuyentes.
El
congresista García Belaunde tiene una oportunidad de oro para salvar al país de
semejante asalto.
Una
investigación revela que entre los montos destinados para Educación, Salud y
otros importantes rubros, el gobierno de Martín Vizcarra ha
proyectado gastar la cifra de 1650
millones de soles para consultorías.
Lo sorprendente es que solo
en los dos primeros meses del 2019, el gasto en este rubro supera en 20% al
efectuado durante el mismo periodo en el 2018. Un monto de 114 millones 600 mil soles.
Pero eso no es todo: lo más
alarmante son las razones por las que se solicitan consultorías de
parte del Gobierno. En
algunos casos dichos pedidos son insólitos y lo que se paga por ellos, aún más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario